No sé hablar mirando a los ojos , tengo manojos de extroversión , puedo hablar hasta por los codos, ser la mejor amiga de todos , y no fijar mi atención en tu belleza. Soy demasiado floja, "¿tengo que hablar? no necesito entablar conversación... " Quiero hablar para que te derritas con mis rayos de emoción , pero soy demasiado floja y mi alborozo cae en un pozo si no oigo afección , mientras compongo ilusiones frente a esos ojos que no me atrevo a mirar por miedo a que me mientan... Disimulo tan bien que nadie se da cuenta, y grito, gesticulo .  Mis ojos caen al suelo tras un aplauso merecido; Chico ,  quiero impresionarte de lejos porque frente a frente tendré miedo de tu mirada y conocerte ,  me aterrará hacer lo que más me apetece. Y quedarme en blanco, o en negro, quedarme quieta . Los ojos hablan más rápido que el corazón , se adelantan a una boca que va a decir te quiero.  Pero yo no los miro porque el síndrome de Stendhal lo llevo fatal . Sabiendo todo esto, solo puedo proponerme sobreponerme a mi esclavitud mental. Dejar de posponerme mis días en el jardín de felicidad que puede ser esta ciudad dependiendo de cómo la mires, y dejar de fingir seguridad para empezar a vivir con el miedo. Que es más bonito este juego de miradas con la cámara que despotricar.Oigo tan pocos poemas felices…Pero hoy tenemos miradas que nos incitan a amar, chistes malos que contar, inocencia suficiente para iluminar cualquier estrella, inocencia para eliminar cualquier atisbo de culpabilidad.
Chico,  ¿No te das cuenta? tenemos de todo y no nos hace falta de nada.